Extreme makeover

El Tottenham parece recién salido de un programa de televisión por cable y a golpe de bisturí (institucional) ha sufrido un cambio radical a mejor. La salida de Juande Ramos del banquillo de los spurs ha espoleado a lo ingleses tanto que en tres partidos ya han demostrado el auténtico potencial del equipo. La cuestión no es que Harry Redknapp sea mejor técnico que el español, sino que lo que realmente ha cambiado ha sido la mentalidad y el compromiso de los jugadores. Todos suman, todos se apoyan y no dan por perdido un balón, implicados en una causa que cada vez está más complicada como es regresar a los puestos de arriba.

En descargo de Juande hay que decir que se metió en un barrizal y que ha salido mejor de lo que se quiere hacer ver. Su llegada al club londinense fue aún más traumática ya que la herencia de Martin Jol era aún peor que la que le deja hoy a Redknapp. A pesar de ello, reactivó al equipo e, incluso, consiguió un título que hacía tiempo que no veían por White Hart Lane. Al manchego le ha matado el idioma ya que nunca ha conseguido la comunión con el vestuario a pesar de contar con Poyet.

Un desenlace que satisface a las dos partes: económicamente, por el suculento finiquito que ha conseguido Juande, y futbolísticamente, porque pronto volverá a España, para el español; y también futbolísticamente para el club inglés ya que parece que remonta el vuelo y es capaz de, en menos de una semana, remontar a dos grandes como Arsenal y Liverpool.