Esto sí es Croacia

Ante Austria nos dejó muy mal sabor de boca. Con Alemania nos has dejado mucho mejor regusto, es más, nos ha recordado a la gran Croacia que se paseó por Wembley como si fuera el mismísimo Zagreb. Hoy también se ha demostrado que Juande Ramos no es tonto y que los 26 kilos que ha pagado por él, los vale. Luka Modric ha sido el verdadero jefe del encuentro, ha cogido las riendas del centro del campo croata y ha movido a su equipo según él quería. Ballack debería tomar nota de cómo se domina un centro del campo con criterio, calidad y sin esconderse. Pocos centrocampistas han demostrado tener un peso específico tan importante en su selección como lo lleva haciendo Modric desde que ha empezado la Eurocopa.

Croacia no es ni ha sido sólo Modric, el partido de los de Bilic ha sido espectacular. Los croatas se quitaron los perjuicios desde el primer momento y maniataron a una Alemania que iba de favorita, pero que no ha dado para más. Sobresaliente Ivica Olic que se ha comido él sólo a Mertesacker y Metzelder, ha servido en bandeja balones de oro a Kranjcar e, incluso, ha metido su golito. De 10. Fundamental el trabajo de los laterales, que han pasado más a ser extremos del equipo con un Corluka espectacular por la derecha y unos centros magníficos de Pranjic por la izquierda. Con ese planteamiento ofensivo y la contención de Kovac en el centro, Croacia sólo necesitaba la inspiración de los Kranjcar, Rakitic y Srna, otro partidazo el suyo. Nos volvió a decepcionar Niko Kranjcar, que no termina de explotar definitivamente.

Únicamente los croatas dieron esperanzas a los alemanes en los últimos 15 minutos, donde Bilic volvió a amedrentarse ante la presión bávara y acabó llegando el gol de Podolski, otro de los muchos jugadores que se transforman en su selección. Así, en su peor momento, volvió a aparecer Modric para dejar claro quién mandaba en el partido. Bajo su tutela, Croacia tiene a tiro la primera posición del grupo y, por qué no, muy cerca las semifinales.