Croacia se exhibe, Inglaterra se hunde

La victoria de Israel el sábado pasado ante Rusia le dejaba la clasificación en bandeja de plata para Inglaterra. Esta noche recibía en el nuevo Wembley, un entorno casi mágico, a la ya clasificada Croacia, sin presión alguna y con ganas de divertirse. Los proos no habían demostrado nada hasta entonces para ganarse la clasificación y el futbol siempre pone las cosas en su sitio.

Y eso mismo, fútbol, es lo que ha demostrado esta noche el combinado croata, gracias a un magnífico engranaje en el centro del campo y una delantera que no perdona. Niko Kranjcar se ha licenciado en Wembley, ha marcado un gol y ha movido a su antojo al equipo. Los estiletes balcánicos han ridiculizado a la defensa de circunstancias inglesa, empujando directamente a Sol Campbell a la jubilación. Es verdad que no era, ni mucho menos, la mejor Inglaterra que podía poner en liza Steve McLaren, que pasará a la historia por ser el peor seleccionador inglés de la historia.

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Desde el primer minuto ya se intuía que iba a ser un partidazo, aunque Inglaterra salió más bien flojito. Robinson estaba lesionado y Scott Carson ocupó su lugar, pero el problema de los porteros ingleses es gravísimo. Kranjcar lanzó un zapatazo con la diestra, Carson colocó los brazos sin la suficiente fuerza ya que el balón acabó entrando en la red. No paró la exhibición croata, cinco minutos más tarde Eduardo da Silva lanzó la contra y, con un sensacional pase, dejó sólo a Ivia Olic que regateó a un impasible Carson.

En la segunda mitad Beckham salió a escena, para que Inglaterra siguiera colgando balones al área. En uno de ellos, el árbitro sueco Frojdfeldt pitó penalti (más que dudoso) en un agarrón sobre Defoe, que Lampard se encargó de anotar. Crouch marcó el segundo, tras estupendo pase de Beckham, y el júbilo llegó a las gradas. Los cambios croatas no desentonaron al equipo, que supo reaccionar y otro chutazo de Petric se convirtió en el 2-3 definitivo.

El mítico Wembley se rindió a los pies de los pupilos de Slaven Bilić, que se clasifican primeros de grupo y cerrando una clasificación brillante. Los únicos que merecieron clasificarse fueron los aficionados ingleses, apoyando hasta el último segundo a los suyos, poniendo la piel de gallina al cantar el God save the Queen y abucheando el ridículo de la selección de McLaren con el pitido final.