Owen vuelve a sonreir

Parece que el fútbol le ha vuelto a dar otra oportunidad a uno de los grandes de este deporte. Michael Owen goza de la continuidad de la que le han privado las lesiones y no está perdiendo esta oportunidad. Crece poco a poco y a su ritmo baila una selección inglesa revitalizada por la mezcla de jóvenes talentos, como Micah Richards y Gareth Barry (el cerebro de los proos en los dos partidos de clasificación), y veteranas estrellas, como Emile Heskey, que han hecho olvidar las numerosas bajas con las que contaba McLaren.

Hasta principios de temporada no se sabía si Owen iba a poder contar para Sam Allardayce, su técnico en el Newcastle. De nuevo una lesión le privaba de comenzar el campeonato liguero, esta vez por un problema en la cadera. No ha sido, ni de lejos, la lesión más grave que ha tenido el delantero inglés. Su calvario comenzó en su primera temporada en el Newcastle, adonde llegó después de un exitoso año individual en el Real Madrid. El Newcastle se enfrentaba al Tottenham en la vigésima jornada de liga, cuando Michael Owen se fracturaba un hueso (el quinto metatarso) en un dedo del pie. La mala noticia de la lesión hizo que fuera aún peor cuando se conoció el alcance de la misma: tres meses de baja. Parecía que no iba a llegar para el Mundial de Alemania, pero Eriksson le esperó y le dio un voto de confianza añadiéndole en una polémica lista de seleccionados.

Otra vez se sentía futbolista, pensando que iba a disputar su tercer mundial consecutivo. En principio no apuntaba a titular pero se fue haciendo un hueco entre los titulares hasta que llegó el último partido del grupo. Inglaterra se enfrentaba a la selección sueca con la clasificación conseguida para la siguiente fase. Sin embargo, otra vez se le cruzó la mala suerte al bueno de Owen cuando al comienzo del encuentro caía al suelo lesionado. No había sido ningún golpe, se lo hizo él sólo, se le torció la rodilla... y el gesto. Rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha, cinco meses de baja y un golpe duro para el 10 inglés.


La lesión no desanimó en ningún momento al delantero de 27 años, que, incluso, lanzó una promesa: "volveré a marcar goles en 2007". En manos del doctor Richard Steadman, que trató a estrellas como Larsson o Van Nistelrooy, parece que se ha recuperado de los problemas de la rodilla y empieza a cumplir con su promesa. Debutó en la segunda jornada contra el Aston Villa en un aburrido 0-0, pero para estas dos últimas semanas se guardaba lo mejor. Cuatro goles en tres partidos. Owen salvó a su equipo en la última jornada de Premier ante el Wigan y esta semana le ha asegurado, virtualmente, la clasificación a Inglaterra. Ante Israel anotó un golazo de volea desde fuera del área, mientras que este miércoles ante Rusia ha sido el protagonista absoluto con dos tantos. 40 goles con la selección que le acercan un poco más a Sir Bobby Charlton, máximo goleador nacional con 49 goles.


Ojalá este sea el comienzo de un nuevo Owen sin lesiones. Un Owen que nos recuerde a aquel chaval que consiguió ser Balón de Oro en el 2001, con el Liverpool de las cinco copas (FA Cup, Carling Cup, Community Shield, Copa de la Uefa y Supercopa de Europa), campeón de la Uefa contra el Alavés. En definitiva, la joya de la corona inglesa. El Golden Boy ya golea como en los viejos tiempos, buena noticia para el fútbol.