¿Cúal es nuestro verdadero nivel?

Cada vez que hay un partido de España (ya sea amistoso u oficial, es indiferente) se te plantea una disyuntiva: para que lo voy a ver, si siempre hacemos lo mismo, o, y si este es el partido en el que por fin cambiamos. Siempre albergamos alguna esperanza, pero se diluye a los pocos minutos de juego. España ha entrado en un profundo pozo de mediocridad y ridículo del que parece muy difícil salir.

¿Somos una selección de primer nivel? Ya no quedan dudas de que no es así. Una selección de primer nivel, primero, sabe a lo que juega. Parece que teníamos claro que los jugones debían ser los que comandaran el jugo del equipo, el toque-toque que tienen jugadores como Xavi, Iniesta, Cesc... Sin embargo, si estos dos últimos están en el banquillo se rompe toda la filosofía de juego. Comenzamos con un 4-3-3, el fiel reflejo del buen fútbol que exhibía el Barcelona campeón de Europa. Pero nos dimos cuenta que Luis García, Torres y Villa no eran Ronaldinho, Eto´o y Messi. Ahora pasamos al 4-4-2, en principio olvidándonos del mediocampo y canalizando el juego por bandas. Pero contra Islandia demostramos que ni tenemos juego por banda, ni sabemos explotarlo.

Las selecciones de primer nivel se empiezan construyendo por la defensa. La defensa de España el sábado daba risa. Pernía no ha rendido en ningún momento como lo hiciera hace dos temporadas en el Getafe. Es verdad que es difícil encontrar un lateral zurdo de nivel en España, más por la triste pérdida de Antonio Puerta que estaba llamado a ocupar muchos años la banda de la Selección. Sin embargo, hay algunas alternativas como José Enrique o Miguel Torres que han demostrado mucho más que el hispano-argentino. Juanito y Marchena nunca pueden ser los centrales de la Selección, es más, no podrían ser los centrales de ningún equipo aspirante a ganar títulos importantes. Quizás hace cinco años sí, ahora no. Tampoco puedo entender como chavales como Raúl Albiol o Gerard Piqué no han sido todavía llamados por Luis, no creo que sea por falta de experiencia. No nos debemos olvidar de Puyol, el verdadero estilete defensivo del combinado nacional.

Las declaraciones previas a los partidos dan verdadera pena, otro síntoma de que ya no somos grandes (¿acaso lo hemos sido alguna vez?). Antes de partir hacia Islandia nos poníamos la venda antes de tener la herida. El seleccionador no hacía otra cosa más que temer a los islandeses (?), su juego aéreo, el frío... Esa mentalidad de poco sirve a una selección que pretende clasificarse para la Eurocopa. Tampoco me vale la indiferencia ante los resultados, el conformismo con el que se ha tomado, por parte de los jugadores, el empate del sábado. Las palabras de Marchena más bien le valdrían en una selección como Italia el banquillo, aquí será titular. “Estamos en un error brutal al pensar que se le puede ganar con facilidad a cualquiera", Luis si no ganamos ya a Islandia, mejor no jugar más. No nos debe extrañar entonces que no seamos competitivos.

Terminaremos clasificándonos, no tengo duda, pero no creo que cambie la imagen ni la actitud de la Selección hasta después de la Eurocopa. Debe haber un cambio de mentalidad y, por qué no, de seleccionador.