Deshonra del Madrid
Después del partido de ayer, uno piensa muchas cosas. Lo primero que se le viene a la cabeza, no es el resultado (4-0), sino la vergüenza de ver a un Real Madrid, ganador de 9 Copas de Europa, arrastrase por Anfield Road. Esa fue la sensación durante todo el partido que le enfrentó al Liverpool en la vuelta de los octavos de la Copa de Europa.
No puede ser que un equipo que necesita marcar dos goles para ganar el partido, empiece jugando andando, sin tensión, sin presión y sin nada. El equipo red salió a por todas desde el inicio, a morder, a robar el balón y a intentar dejar la eliminatoria sentenciada desde el primer momento. En los primero minutos de juego, Casillas evitaba todas las ocasiones que llegaban a su portería, hasta que no pudo mas. El primer gol se produjo por un error de la defensa blanca que fue aprovechado por Kuyt para darle en bandeja el gol a Fernando Torres, sí, el ex colchonero se resarcía de esta manera ante su bestia negra.
A partir de aquí, el Madrid se fue del partido (si no estaba ya fuera). Y sumando más y más ocasiones, llegó el segundo gol. Una mano, que no fue mano, del argentino Heinze fue sancionada por el linier. El penalty lo marcó el capitán, Steven Gerrard engañando al portero madridista. El Madrid llegó al final del primer tiempo exhausto y perdido, sin timón y sin saber dónde estaban. Los únicos que sí lo sabían era Casillas, parando lo imposible y Lass, que era el único jugador que parecía que tenía ganas de luchar y pelear por evitar la eliminación.
Y comienza la segunda parte y…gol. Adiós milagro y adiós Copa de Europa. Jugada de Babel por la banda y remate espectacular de Gerrard que bate a Iker sin que éste puede hacer nada. Ya era un resultado abultado y excesivo para un Real Madrid, para un equipo señor en Europa, pero la pesadilla aún no había acabado. En los últimos instantes del partido, en un contraataque, Dossena hizo el cuarto y definitivo gol. ¿Antes? Antes el Real Madrid no hizo nada, un par de ocasiones pero sin peligro alguno, sin confianza de remontar, sin esperanza. Así se acabó el partido. El Madrid eliminado de la Copa de Europa merecidamente por un equipo que se sobrepuso tanto en la ida como en la vuelta, siendo el equipo merengue incapaz de marcar un solo gol al equipo de Rafa Benítez. ¿Y ahora qué? Ahora queda la Liga, pero como sigan jugando así…que Dios nos pille confesados.
No puede ser que un equipo que necesita marcar dos goles para ganar el partido, empiece jugando andando, sin tensión, sin presión y sin nada. El equipo red salió a por todas desde el inicio, a morder, a robar el balón y a intentar dejar la eliminatoria sentenciada desde el primer momento. En los primero minutos de juego, Casillas evitaba todas las ocasiones que llegaban a su portería, hasta que no pudo mas. El primer gol se produjo por un error de la defensa blanca que fue aprovechado por Kuyt para darle en bandeja el gol a Fernando Torres, sí, el ex colchonero se resarcía de esta manera ante su bestia negra.
A partir de aquí, el Madrid se fue del partido (si no estaba ya fuera). Y sumando más y más ocasiones, llegó el segundo gol. Una mano, que no fue mano, del argentino Heinze fue sancionada por el linier. El penalty lo marcó el capitán, Steven Gerrard engañando al portero madridista. El Madrid llegó al final del primer tiempo exhausto y perdido, sin timón y sin saber dónde estaban. Los únicos que sí lo sabían era Casillas, parando lo imposible y Lass, que era el único jugador que parecía que tenía ganas de luchar y pelear por evitar la eliminación.
Y comienza la segunda parte y…gol. Adiós milagro y adiós Copa de Europa. Jugada de Babel por la banda y remate espectacular de Gerrard que bate a Iker sin que éste puede hacer nada. Ya era un resultado abultado y excesivo para un Real Madrid, para un equipo señor en Europa, pero la pesadilla aún no había acabado. En los últimos instantes del partido, en un contraataque, Dossena hizo el cuarto y definitivo gol. ¿Antes? Antes el Real Madrid no hizo nada, un par de ocasiones pero sin peligro alguno, sin confianza de remontar, sin esperanza. Así se acabó el partido. El Madrid eliminado de la Copa de Europa merecidamente por un equipo que se sobrepuso tanto en la ida como en la vuelta, siendo el equipo merengue incapaz de marcar un solo gol al equipo de Rafa Benítez. ¿Y ahora qué? Ahora queda la Liga, pero como sigan jugando así…que Dios nos pille confesados.
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