6ª Jornada: Un ridículo mundial

22 jugadores, 100.000 privilegiados, miles de millones de telespectadores y un sentimiento herido. Un ridículo mundial que traspasa fronteras y que avergüenza y abochorna a todo aquel que le guste el fútbol. Porque yo, como muchos millones de atléticos que siguieron un partido de tanta trascendencia en cualquier parte del mundo, sentí una vergüenza que nunca la había experimentado antes viendo un partido del Atlético. No consiste en haber perdido, sino en cómo se perdió. Un equipo que adolece de carácter, que saca a la luz sus peores galas, que falla como un novato y que no tiene respuesta desde el banquillo. Un despropósito de lo más absoluto y una vergüenza para todos los aficionados. Un partido de esos que marcan a ciertos jugadores... y a veces a los entrenadores.

Ante un Barça genial, y con los precedentes con los que llegaba al Clásico, sólo se puede jugar con inteligencia. Ésta pasa, en primer lugar, por no enseñar las cartas antes del pitido, por estudiar al equipo y por revisar tus anteriores enfrentamientos. Por todo esto es un suicidio salir al Camp Nou con dos únicos centrocampistas (Raúl García y Assunçao), que además no pueden tener el balón en sus pies. Sin juego en el centro del campo, además de no hacer su trabajo defensivo, hace que tu equipo sea un coladero. Además se junta con una defensa horrible y un portero que no debería vestir más la casaca rojiblanca es sinónimo de derrota. Pero si enfrente tienes a gente como Etoo, Messi, Xavi, Iniesta o Guddy, entonces se traduce en goleada y el consiguiente ridículo.


Pero al César lo que es del César. El Barça da miedo y, si juega 75 minutos por partido muy serio, será campeón de calle. Si Xavi e Iniesta fueran extranjeros se hubieran llevado, como diría Gomaespuma, cienes y cienes de premios y reconocimientos en nuestro país y más allá de nuestras fronteras. Precisamente todos los que se lleva Messi, un jugador fenomenal y sobresaliente, como también lo es el Kun; por favor dejemos los debates estúpidos.

En general ha sido una jornada propiciatoria para los dos conjuntos catalanes. El segundo en discordia, el Espanyol, sacó un valiosísimo punto en la visita a la casa de Raúl. El capitán se siente como pez en el agua en el Bernabéu y le sale todo. Sorprendieron los chicos de Tintín Márquez con un juego alegre arriba, pero con una defensa espectacularmente débil. Algo similar a lo que ocurre también en el Madrid, ya que parece que esa defensa perfecta hace aguas a pesar de que Pepe se multiplica. Sin embargo, lo peor del partido es uno de los viejos fantasmas de la pasada campaña: Robben, ese jugador de cristal...

Finalizo hablando de dos equipos que ocupan diferentes esferas: Valencia y Betis. Emery puede hacer que su equipo juegue de vicio y muy vertical cuando quiere, pero también sabe dormir los partidos hasta el punto adecuado. Otra vez los chés tiraron de oficio más que de buen juego y, sin despeinarse, vencieron con el tanto de Fernandes, primer jugador extranjero que marca con el Valencia después de diez meses. Otra victoria y liderato. Al contrario que el Betis, otra derrota y farolillo rojo. Con una de las mejores plantillas de la última década, jugadores de nivel y un entrenador con las ideas claras... todavía no carbura. Cada partido va encontrando su estilo y jugando mejor, pero no se traduce en puntos. Pronostico que no le dudará mucho y saldrá disparado de los puestos de descenso.

El gol de la jornada: jugadón del Barça y trallazo de Henry para cerrar el set.