I belong to KAKÁ

Por fin. Estas dos palabras son las mas repetidas hoy entre los aficionados del Real Madrid. Un sueño hecho realidad. Ya es oficial. Ricardo Izecson Dos Santos Leite, Kaká, uno de los mejores jugadores del mundo, ha fichado por el Real Madrid y jugará con el equipo blanco durante 6 años. Florentino ha pagado al Milán 67,2 millones de euros. ¿Mucho? ¿Poco? Lo justo.

¿Qué decir de este jugador que no se haya dicho ya? Es un futbolista excepcional, impresionante, increíble…y así podríamos seguir hasta cansarnos. De todos los elogios y definiciones sobre el mediapunta brasileño, me quedo con la descripción que Enric González, antiguo columnista de “El Mundo”, escribió hace unos años: “Tiene el primer paso de Platini, ese paso falsamente exagerado que deja atrás al contrario, tiene la velocidad de un extremo, la parsimonia de un mediocentro, el pie de un Ángel y el disparo de un Demonio”. Nada más que decir de un jugador que está tocado con la barita divina del fútbol.

Kaká se aleja del prototipo de jugador brasileño. Ya sabemos, calidad inimaginable, pero….muy dados a las fiestas nocturnas y demás eventos ociosos. Él no, el es un chico religioso, que ama a su familia y que está casado con su novia de toda la vida, Caroline Celico. Kaká confesó que llegó virgen al matrimonio, aunque le costó mucho,pero es algo que debía respetar. ¿A quién? A Jesús. A él le debe lo que es, ya que hace unos años sufrió un accidente cuando dio un salto desde un trampolín, donde se fracturó una vértebra. Esto pudo haber significado el final de su carrera futbolística, pero según él, creer en Jesús le permitió recuperarse y convertirse en un exitoso futbolista, como lo es actualmente. Cuando el Milán ganó el título de la Serie A en 2004, “Ricky”, como es llamado por sus ya, ex-compañeros de equipo, mostró una camiseta con el slogan “I Belong to Jesús”. ("Yo pertenezco a Jesús").

Muchos le comparan con el gran Zinedine Zidane, y yo, personalmente, pienso que no se equivocan. Es mas, permítanme una pequeña licencia, ya que le considero como "El hijo de Dios" (Zidane). A muchos se les atribuye ese “divino” calificativo. Estoy seguro que él es el único que lo merece. Ya si que podrán gritar a los cuatro vientos los madridistas: ¡KAKÁ es del Madrid! Por fin.