¿Fracaso?
El sueño de millones de españoles se acabó. Aún es difícil de creer, pero España no estará en la final de la Copa Confederaciones del domingo ante Brasil, que ayer consiguió su pase gracias a la victoria por la mínima ante la anfitriona Sudáfrica.
Y si, aunque nos cueste decirlo y reconocerlo, España no estuvo al nivel en el partido ante Estados Unidos. Su juego no era fluido, no conectaban bien los del centro del campo y además había mucha separación entre las líneas de defensa, medio y ataque. La Selección estaba “perdida” ante un equipo americano que salió arrasando e intentando asustar a la campeona de Europa. Y así lo hizo, cuando un disparo del “español” Altidore sorprendió a la defensa y Casillas no pudo hacer nada para evitar el gol. Saltaban las alarmas. EEUU se adelantaba en el marcador. “La roja” estaba tranquila, sabía que si jugaba como siempre, conseguiría dar la vuelta al marcador. O eso creíamos.
Tras el descanso, los chicos de Vicente del Bosque cambiaron su actitud radicalmente. Encadenaron una serie de jugadas con mucho peligro, pero unas veces el portero Howard y otras la defensa (sobre todo Onyewu y Demerit), evitaron el gol español.
Y quedaba el golpe definitivo. En una jugada que pilló desprevenido al equipo español, con el consiguiente despiste de toda la defensa, Sergio Ramos tardó mas de la cuenta en despejar un balón que Dempsey aprovechó para matar el partido. No podíamos creerlo, pero era verdad, sin necesidad de que nos pellizcasen. España había perdido ante EEUU y no optaba a jugar la final de la Copa Confederaciones.
Una lástima, pero esto debe servir al equipo español para saber que no siempre con los nombres y los elogios mundiales se ganan partidos. Esta dolorosa derrota nos hará más fuertes. Nuestra próxima cita, el Mundial que también será en Sudáfrica. Hasta entonces, gracias por todo España.
Y si, aunque nos cueste decirlo y reconocerlo, España no estuvo al nivel en el partido ante Estados Unidos. Su juego no era fluido, no conectaban bien los del centro del campo y además había mucha separación entre las líneas de defensa, medio y ataque. La Selección estaba “perdida” ante un equipo americano que salió arrasando e intentando asustar a la campeona de Europa. Y así lo hizo, cuando un disparo del “español” Altidore sorprendió a la defensa y Casillas no pudo hacer nada para evitar el gol. Saltaban las alarmas. EEUU se adelantaba en el marcador. “La roja” estaba tranquila, sabía que si jugaba como siempre, conseguiría dar la vuelta al marcador. O eso creíamos.
Tras el descanso, los chicos de Vicente del Bosque cambiaron su actitud radicalmente. Encadenaron una serie de jugadas con mucho peligro, pero unas veces el portero Howard y otras la defensa (sobre todo Onyewu y Demerit), evitaron el gol español.
Y quedaba el golpe definitivo. En una jugada que pilló desprevenido al equipo español, con el consiguiente despiste de toda la defensa, Sergio Ramos tardó mas de la cuenta en despejar un balón que Dempsey aprovechó para matar el partido. No podíamos creerlo, pero era verdad, sin necesidad de que nos pellizcasen. España había perdido ante EEUU y no optaba a jugar la final de la Copa Confederaciones.
Una lástima, pero esto debe servir al equipo español para saber que no siempre con los nombres y los elogios mundiales se ganan partidos. Esta dolorosa derrota nos hará más fuertes. Nuestra próxima cita, el Mundial que también será en Sudáfrica. Hasta entonces, gracias por todo España.
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