España-Rusia: Las claves

Esto de ser el último grupo que comienza su participación en la Euro provoca una agonía, unos nervios y una tensión espectaculares. Ya está aquí el gran día, se termina la tensión que da paso a la emoción y la pasión por España durante 90 intensoso minutos de juego. Pero dentro de la intensidad de un partido tan importante, cabe un análisis previo en frío de las calves que pueden decidir este España-Rusia:

• Movimiento rápido del balón: Parece obvio que los rusos nos van a conceder la posesión del balón y eso no nos va a estorbar en absoluto. En este caso, es necesario que se mueva con rapidez la bola, al primer toque tal y como pasó en los primeros minutos ante Perú. El movimiento del balón tiene que estar acompañado también con desmarques y constantes apoyos de la gente que está sin ella. Todos los ataques deben ser acabados, ya sea fuera o entre los palos.
  

• Presión muy arriba: Rusia es rápida de medio campo hacia arriba, pero su transición defensa-ataque es bastante lenta ya que los centrales son lo peor del equipo. Será fundamental la labor de los tres de arriba (Villa, Torres, Silva) que serán los que tienen que empezar esa presión. Si se cierra a Ziryanov y si Bilyaletdinov también está tapado, se le funden las ideas a los rusos.
  

• Diniyar Bilyaletdinov: Rusia tiene las importantísimas bajas de Arshavin (por sanción) y Pogrebnyak (por lesión), así que el medio del Lokomotiv de Moscú se erige como la principal figura que enganche con Roman Pavliuchenko. Empezará escorado en banda izquierda, aunque es un jugador que busca con asiduidad el centro.
  

• Jugador nº 12: Si la victoria no se encarrila en los comienzos de la segunda mitad, va a ser fundamental la entrada de un revlsivo desde el banquillo. Cesc Fabregas o Santi Cazorla serán, previsiblemente, los que le den ese aire nuevo a la Roja. En el caso del catalán, es fundamental que, de una vez, tenga la libertad y los galones con los que brilla en el Arsenal.
  

• David Villa: El delantero asturiano tendrá que hacer un doble trabajo: el suyo propio de marcar las diferencias en el área y descolgarse para ayudar en el centro del campo cuando no se tenga el balón. Sus desmarques y el rápido movimiento sin balón son sus mejores armas para destruir el muro ruso.