El fútbol nunca caminará sólo

Tengo tantas ganas de escribir como miedo de echar a perder un artículo sobre uno de los mejores partidos de la historia de la Champions League. Había pensado empezar con algo así: si acaban de ver el Liverpool-Arsenal, enhorabuena, han visto fútbol. Eso es lo que hemos visto, dos equipos con un único propósito: ganar. No empatar, ganar.

El Arsenal comenzó siendo fiel a su estilo, el juego de toque y toque incansable con un Cesc sensacional. El Liverpool no la olía, sólo se limitó a verlas venir con un Diaby muy móvil y Hleb haciendo mucho daño. 0-1 Gol de Diaby. El Liverpool debía reaccionar sólo como ellos saben con empuje, coraje y fuerza. 1-1 Gol de Hyppia. Las riendas las llevaban ahora los reds con el apoyo de un Anfield volcado con su equipo. Intensidad, presión, lucha y mucho fútbol en la segunda parte. Esta vez el fútbol lo puso el Liverpool que le robó el balón a los gunners y supo jugar con él (no como algunos piensan) y a poco de apretar, apareció Torres. Golazo sorberbio, increíble, 2-1. Pero no podía morir tan pronto el Arsenal, Wenger sacó a Walcott y demostró que no se esconde. Galopada, asistencia, jugadón y 2-2 gol de Adebayor. Pero The Kop no se desanimó y, casi sin tiempo de ver la repetición, Touré derribó de forma infantil a Babel en el área. Gol de Gerrard 3-2. Alegría desmedida, euforia y 4-2, Babel, la confirmación del pase.

Arsenal y Liverpool han dado una lección a todo el fútbol mundial. Dos equipos entregados a sus colores y haciendo gozar de la magia del fútbol a millones de espectadores en todo el mundo.El fútbol nunca caminará sólo.