Antonio Puerta: La cara triste del fútbol

Corría el minuto 30 de la primera mitad cuando una jugada del Getafe concluía en la línea de fondo de la portería del Sevilla. Cerca de la línea de área pequeña un jugador sevillista se encogía y caía desplomado al suelo sin mediar ningún golpe. Era el lateral zurdo Antonio Puerta y a todo el mundo se le sobrecogió el corazón. Dragutinovic fue el primero que reaccionó al ver al jugador tendido en el suelo, sacándole la lengua para evitar la muerte por asfixia. Cuando los servicios médicos del club de Nervión llegaron para auxiliar a Puerta, éste se levantó e, incluso, pareció maldecir la causa de su caída: "Otra vez los putos mareos".

No había sido un mareo sino una parada cardiorespiratoria, solo la primera de las siete que tuvo esa noche según los médicos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Parece una auténtica proeza, más bien un milagro, que Antonio Puerta siga vivo pero eso no hace más que dar esperanzas para su recuperación.

El desplome en el terreno de juego del lateral sevillista nos ha hecho recordar las muertes de otros futbolistas en el campo. El primero que sufrío tan mala desdicha fue Marc-Vivien Foé. El jugador camerunés disputaba las semifinales de la Copa Confederaciones frente a Colombia un 26 de junio de 2003 cuando cayó sin causa aparente en el círculo central del campo. Los ojos en blanco, convulsiones y un mar de dudas... Horas después se le declaró la muerte debido a una hipertrofia cardíaca.

Apenas 7 meses más tarde la tragedia del fútbol se volvió a cebar con otra persona. El 25 de enero de 2004 Miklos Feher disputó su último partido. Era un Vitoria de Setubal-Benfica, el equipo del delantero húngaro. En el tiempo de descuento Feher recibió una tarjeta amarilla con una sonrisa tras la que llegó un tambaleo y el desplome justo enfrente de linier. Murió a causa de un tromboembolismo pulmonar.

El último parte médico (apenas unas horas) de Antonio Puerta no es nada halagüeño: su situación es "muy crítica" y la evolución es "desfavorable por la progresión de los signos de sufrimiento cerebral postanóxico y por la disfunción multiorgánica".

Antonio Puerta tiene tan sólo 22 años y una zurda de oro. Probablemente sea el mejor lateral zurdo español y uno de los mejores a nivel europeo. Tanto es así que este verano varios equipos españoles e ingleses preguntaron por el sevillano. Más trágica que la propia acción parece el saber que Antonio esperaba el nacimiento de su primer hijo. Lo único que se puede hacer es dar ánimos y todo el apoyo del mundo al futbolista del Sevilla, aunque cada minuto que pasa tiene más complicado salir adelante.